Bhikkhu Thanissaro
Enseñanza de la Tarde del 6 de Octubre 2021
Cuando el Buddha alcanzó su segundo conocimiento en la noche de su despertar, le dio respuesta a una importante pregunta. Él había visto en su primer conocimiento que la muerte era seguida por el renacimiento y que las personas pueden cambiar de una vida a la siguiente. Algunas personas en los tiempos de Buddha afirmaban que cualquier cosa que ustedes fueran durante esta vida, eso mismo serían en la vida siguiente: Que los animales continuarían siendo animales; las personas, personas; los brahmanes, brahmanes. Pero él vio que había cambiado, yendo de lo más alto a lo más bajo y luego de los más bajos a los más altos niveles del cosmos, y la pregunta que surgió fue: ¿Qué determina esos cambios?
En el segundo conocimiento, se dio cuenta de que eran sus acciones. Pero recordó porqué había llegado a ese conocimiento. Muchas otras personas cuando llegaban allí se interesaban en la pregunta, « Qué es lo que se mantiene igual de una vida a la siguiente? ¿Quién o qué es lo que renace? » Y quedaban bloqueadas en ese punto. [El Buddha] se dio cuenta que la forma de escapar era la de mirar las acciones, y eso fue lo que miró muy minuciosamente.
Tal como lo dijo más tarde, supo de gente que había visto que alguien había hecho el bien en una vida en particular y que luego renacían en un buen lugar; otros habían hecho daño y habían renacido en un mal lugar. Entonces concluyeron en una visión muy determinista en la que cualquier cosa que hicieras, buena o mala, iba a determinar dónde irías en la vida siguiente.
Pero también había habido otras personas que habían visto lo opuesto: Alguien había hecho algo realmente bueno en esta vida pero luego iba a un mal lugar, y vice versa.Y esas personas eran las que decían que las acciones no tenían ningún poder.
¿Entonces quién estaba en lo correcto? Tuvo que mirar con una mayor minuciosidad aún, y se dio cuenta que en los casos en los que alguien había hecho daño y luego iba a una buena destinación, se debía o bien porque habían hecho un buen karma antes de eso, o un buen karma después de eso, o bien, en el momento de la muerte, habían desarrollado la visión correcta.
De forma similar con lo opuesto: Alguien que había hecho algo bueno podía haber tenido un mal karma en el pasado, mal karma después de eso, o desarrollaban la visión incorrecta al morir y entonces esa persona iba a una mala destinación.
Pero incluso en los casos donde la gente había hecho lo bueno e iba a una buena destinación, un solo acto de bondad no era suficiente. Tenía que ser apoyado por otras buenas acciones y por la visión correcta al morir. Lo mismo con personas que habían hecho algo dañino e iban a una mala destinación: La acción debía ser secundada por la visión incorrecta al morir.
Eso le mostró el poder de las acciones presentes: que la actitud de la mente en un momento al morir contrarresta muchas otras cosas. No las borrará —un momento de visión correcta no borra las cosas negativas que ustedes hayan hecho en el pasado— pero les puede ayudar a evitar algunas de las consecuencias inmediatas de cosas negativas, y les abre la oportunidad a ustedes de practicar de forma que puedan ser como Angulimāla: Pueden lograr escapar a sus acciones negativas pasadas a través de vuestra práctica.
Eso fue lo que inspiró al Buddha a mirar el momento presente en su tercer conocimiento, para ver cuáles son esas elecciones hechas en el momento presente que tienen tal poder.
Es por eso que estamos mirando el momento presente ahora mismo. Para muchos de nosotros, el momento presente no parece tener mucho poder. Pero piensen un momento: Están sentados aquí y se pueden hacer los seres más absolutamente miserables o se pueden hacer muy felices, simplemente por la actitud que ustedes decidan adoptar. Si tienen hábitos que no son hábiles, pueden cambiar esos hábitos. Hay un elemento de libertad —existe ese elemento que le aporta algo totalmente nuevo al proceso, aquí mismo, ahora mismo. Entonces, ¿qué es lo que le están aportando?
Traten de aportar la intención de comprender la mente, de comprender sus acciones. La mejor manera de hacer eso es aquietar la mente para que la mente pueda mirar y ver qué pueden hacer ustedes con los potenciales que están aquí.
Hay un pasaje en el que el Buddha habla de los potenciales que hay para los diferentes factores para el despertar. No da muchos detalles. En algunos casos, dice, « Hay un potencial para el éxtasis,» o, « Hay un potencial para la ecuanimidad, » o, Un potencial para la quietud. » En algunos casos pueden descifrar cuales son gracias a otros pasajes en el Canon. Como el potencial para la quietud: Traten de traer la mente a los establecimientos de la sati [atención correcta]. Pero en otros casos, depende de ustedes ver dónde están esos otros potenciales. Aún así, el hecho que les recuerde que están ahí: eso es importante. Eso los alerta sobre las posibilidades. Tienen que mantener eso in-mente.
Por lo tanto, incluso cuando sus aflicciones estén rugiendo en sus oídos revolviendo su estómago, no dejen que [las aflicciones] se queden con todo. Tienen el poder de hacer un cambio. ¿Hay algún lugar en ustedes en este instante donde haya ese potencial para la quietud? ¿En algún lugar de la mente? En algún lugar del cuerpo?
A Ajaan Lee le gusta enfocarse en el lugar donde el diafragma se encuentra con el hueso del esternón. Por supuesto, eso está justo al lado del corazón, que tal vez esté latiendo fuerte, pero no es raro que haya un lugar calmo justo al lado de lugares activos.
Pero, dondequiera que vean que hay una oportunidad para la quietud, vayan allí. Conocí a una mujer que una vez dijo que fuera cual fuere el lugar donde se enfocaba en el cuerpo para ser conciente de la respiración, parecía que le iba a entreverar la energía de la respiración, excepto un lugar, que era la base de la columna vertebral.
Así que busquen ese lugar que esté calmo —hay un potencial allí— y luego pongan allí lo que el Buddha llama atención apropiada. En otras palabras, traten de ver dónde es que encaja en el esquema de las cuatro nobles verdades.
¿Qué está pasando en la mente? Hay cosas, dijo el Buddha, que tendrán que ver como inconstantes, estresantes, no-yo. Muchos de sus pensamientos son simplemente eso. Él dice, « Aprendan a verlos como extranjeros, como vacío, » para quitarles parte de su pesada realidad.
Al mismo tiempo, querrán desarrollar los factores del camino. Entonces, ¿qué factores pueden ustedes armar en este momento? Mientras se puedan atener a la visión correcta, el potencial lo tienen allí mismo. Eso se convierte en una posibilidad potencial para la resolución correcta, la resolución correcta se convierte en la posibilidad para la correcta determinación; la correcta determinación se convierte en el potencial para la palabra correcta; y así con todo lo que sigue. Lo cual puede ser una de las razones por lo que el Buddha, cuando hablaba del poder de la mente al morir, se enfocaba en la visión correcta. Mientras se atengan a eso, están a salvo, porque eso los alertará sobre los buenos potenciales en la mente, o el hecho de que deberían enfocarse en los potenciales, y así ustedes no se rinden sin más.
Porque eso es realmente algo muy triste: La mayoría de las personas, cuando están realmente agotadas — la vejez, la enfermedad, y la muerte llegan y los tira abajo— ellos tiran la toalla [se rinden]. Ustedes tienen que confiar siempre que hay algo que pueden hacer.
Hay un pasaje en el Canon cuando dos brahmanes ancianos que tienen 120 años van a ver al Buddha y dicen, « Usted sabe que nosotros nunca hicimos nada meritorio en nuestras vidas. »
Y entonces el Buddha les dice, « Rápido, hagan algo meritorio. Den algo. Hagan algo. No se quejen simplemente! »
Los ajaans del bosque le dan mucha importancia a esto. No existe el Quejarse Correcto en el camino. Porque, ¿qué es quejarse? Básicamente es abandonar — diciendo, « Bueno, no hay nada que yo pueda hacer. Solo voy a sentarme aquí y a quejarme de lo que no me gusta. » Siempre hay una posibilidad en algún lugar. Traten de buscar qué tipo de bondad pueden encontrar en la mente, qué bondad pueden encontrar en el cuerpo, y ver qué pueden hacer para lograr lo máximo de ello. Los potenciales están ahí.
Piensen en Ajaan Lee con la respiración. Él había aprendido un poco de la respiración cuando estuvo en la India, sobre las energías de la respiración en el cuerpo, pero fue cuando se sintió realmente mal que logró lo máximo de ellas. Estuvo en la jungla en el norte de Tailandia. Tuvo que caminar tres días para llegar al lugar donde iba a pasar el retiro de las Lluvias, y al poco tiempo de llegar al lugar le dio un paro cardíaco. No tenía medicamentos; no había médicos. La única forma que tuvo para poder sobrevivir fue la de recomponerse un poco para encontrar la fuerza de poder irse de allí caminando tres días otra vez, al final del retiro de las Lluvias. Y él lo cuenta recordando su versión de una historia de los comentarios sobre un hombre que estaba condenado a muerte, el hombre dice, « Cuando la gente muere, ¿dónde es que muere? Mueren exactamente en la respiración. » Así que se enfocó en la respiración. Y eso es básicamente lo que hizo Ajaan Lee. Si se iba a morir, era porque su respiración se acabaría. ¿Qué podía hacer para lograr lo máximo de ella?
Terminó encontrando el método que hemos estado practicando: trabajando con las energías de la respiración. Fue capaz de recomponerse a sí mismo, y al final de las Lluvias fue capaz de salir caminando de la jungla. Así que la respiración puede no parecer prometedora —solo inspirar, espirar, inspirar, espirar. De hecho uno de sus condiscípulos ajaans lo cuestionó una vez sobre ello: « ¿Qué es lo que hay para ver en la respiración? No hay nada más que entrar y salir. ». Y, como le dijo Ajaan Lee, « Si eso es todo lo que ves, entonces eso es todo lo que hay. » Pero no es todo lo que hay, lo cual quiere decir que tienen que mirar otra vez. Si mantienen en la mente la posibilidad de que allí hay más, van a encontrar que sí hay más. No dejen que sus estrechas visiones los limiten. Tienen que aprender cómo salirse de ellas. Ese es uno de los misterios del momento presente: No todo en el momento presente está determinado por el pasado; tienen que hacer algún aporte de su mente en este momento.
Vean el co-surgimiento dependiente: las intenciones del momento presente llegan antes que el contacto sensorial. Ahora bien, el contacto sensorial, como dijo el Buddha, es viejo karma que les está llegando. Por lo cual en realidad experimentan su karma presente antes de experimentar el karma pasado. Pero es tan poca la atención que le ponemos a eso —porque estamos más interesados en lo que nos está llegando por los sentidos— que no nos damos cuenta realmente de qué es lo que estamos aportando.
Entonces, traten de tener una idea de qué es lo que están contribuyendo. Tienen ciertas nociones preconcebidas, tienen algunas percepciones, tienen algunas intenciones. Ventílenlas. Ábranse a ellas.
Piensen en el Buddha en la noche de su despertar. Pudo haber seguido lo que todos los demás habían hecho con ese conocimiento, pero lo cuestionó desde un ángulo diferente. De alguna manera hizo la pregunta obvia —si la acción es lo que hace la diferencia, enfóquense entonces en la acción; si la forma con la que prestan atención es lo que hace la diferencia, enfóquense en la manera con que ustedes prestan atención.
Traten de llegar a ver las triquiñuelas con las que la mente arma la experiencia, y verán que pueden armar algo realmente bueno con esas triquiñuelas: pueden armar el camino entero. Han estado fabricando su experiencia todo este tiempo hasta ahora; traten de fabricarlo de tal forma que encaje con los diferentes factores del camino.
Y recuerden que la visión correcta no es simplemente ver las cosas en términos de las cuatro nobles verdades o de conocer sus tareas, sino que también es recordar que el propósito de todo esto es encontrar lo que no-muere. Esa es vuestra motivación. Es la correcta motivación lo que está implicado allí.
Tal como el Buddha en la noche de su iluminación: Fue porque mantuvo su motivación en coherencia con su motivación original —que era la de encontrar lo que no envejece, no se enferma, no muere — que consiguió ir más allá de la trampa en la que habían caído las otras personas que habían alcanzado ese conocimiento. De la misma manera, ustedes están aquí porque han estado sufriendo y quieren encontrar la salida.
Estando convencidos de que hay una salida les abre la posibilidad. Si están convencidos de que no hay una salida, entonces ustedes no van a hacer nada. Están atrapados. Se están atrapando a ustedes mismos. Pero, si están convencidos de que hay una salida, les abre la posibilidad de que la van a encontrar. Hay mucha gente que ha salido antes que ustedes y que dicen que sí la hay. Así que está ahí para ser encontrada.
Fuente:
Traducción personal de Margarita Huber, 23 de octubre 2021. Revisado 20 Abril 2024.
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