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Cómo decidir si una acción es hábil y benéfica o no

Actualizado: 27 sept

Discurso del Buddha "Las Instrucciones a Rāhula en La Piedra Mango"

Ambalatthikā Rāhulovada Sutta (Majjhima Nikaya 61)


He escuchado que en una ocasión el Bendito se estaba quedando cerca de Rājagaha, en el Bosque de Bambú, el Refugio de las Ardillas.


En ese entonces, el Venerable Rāhula se encontraba en La Piedra Mango. Luego el Bendito, saliendo de su reclusión de la tarde, fue adonde se encontraba el Ven. Rāhula en La Piedra Mango. El Ven. Rāhula lo vio venir desde lejos y, al verlo, dispuso un asiento y agua para lavarse los pies. El Bendito se sentó en el asiento dispuesto y, habiéndose sentado, se lavó sus pies. El Ven. Rāhula, haciendo una reverencia al Bendito, se sentó a un lado.


Entonces, el Bendito, habiendo dejado un poquito de agua en el recipiente, le dijo al Ven. Rāhula, “Rāhula, ¿ves esta pequeña cantidad de agua que quedó en el recipiente?”


“Sí, señor”.


“Eso es lo poco de contemplativo que existe en cualquiera que no siente vergüenza al decir una mentira deliberadamente.”


Habiendo desechado la pequeña cantidad de agua sobrante, el Bendito le dijo al Ven. Rāhula, “Rāhula, ¿ves como es desechada esta pequeña cantidad de agua?”


“Sí señor.”


“Rāhula, lo que sea que tenga de contemplativo quienquiera que no siente vergüenza al decir una mentira deliberadamente será desechado exactamente así.”


Habiendo volteado boca abajo el recipiente de agua, el Bendito le dijo al Ven. Rāhula, “Rāhula, ¿ves tú cómo este recipiente es volteado boca abajo?”


“Sí señor.”


“Rāhula, lo que sea que tiene de contemplativo quienquiera que no siente vergüenza al decir una mentira deliberadamente es volteado boca abajo exactamente así.”


Habiendo dado vuelta el recipiente de agua boca arriba, el Bendito le dijo al Ven. Rāhula, “Rāhula, ¿ves como este recipiente está vacío y hueco?”


“Sí señor.”


“Rāhula, lo que exista de contemplativo en cualquiera que no siente vergüenza al decir una mentira deliberadamente está vacío y hueco de esta misma manera.


“Rāhula, es como un elefante real: inmenso, con pedigree, acostumbrado a batallas, sus colmillos como postes de una carroza. Al ir a una batalla, utiliza sus patas delanteras y sus patas traseras, sus cuartos delanteros y traseros, su cabeza, sus orejas, sus colmillos, y su cola, pero mantiene su trompa hacia atrás sencillamente. El entrenador del elefante se da cuenta de esto y piensa, ‘Este elefante real no dio su vida por el Rey’. Pero cuando el elefante real… habiendo ido a la batalla utiliza sus patas delanteras y sus patas traseras, sus cuartos delanteros y traseros, su cabeza, sus orejas, sus colmillos, su cola y su trompa, el entrenador lo nota y piensa, ‘Este elefante real dio su vida por el rey. No hay nada que no haga.’


“De la misma forma, Rāhula, cuando alguien no siente vergüenza al decir una mentira deliberadamente, no hay maldad, te digo, que él no haga. Por eso Rāhula, debes entrenarte a ti mismo así, ‘Yo no diré una mentira deliberadamente ni en broma.’


“Qué piensas tú Rāhula, ¿Para qué es un espejo?”


“Para reflejar, señor.”


“De la misma manera, Rāhula, las acciones corporales, las acciones verbales y las acciones mentales deben ser realizadas reflexionando repetidamente.


“Siempre que quieras realizar una acción corporal debes reflexionar sobre ella:

‘¿Esta acción corporal que quiero realizar— conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Sería esta una acción corporal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; se trataría de una acción inhábil con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces, cualquier acción corporal de ese tipo es absolutamente inadecuada para que tú la realices. Pero si al reflexionar tú sabes que no causaría aflicción… esta sería una acción corporal hábil con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces cualquier acción corporal de ese tipo es adecuada para que tú la realices.


“Mientras estás realizando una acción corporal, debes reflexionar sobre ella así:

‘¿Esta acción corporal que estoy realizando—está conduciendo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Es una acción corporal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que está conduciendo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos… la debes abandonar. Pero si al reflexionar tú sabes que no…puedes continuar con ella.


“Habiendo realizado una acción corporal, deberías reflexionar sobre ella así: ‘¿Esta acción corporal que he realizado—condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Fue una acción corporal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; tú sabes que fue una acción inhábil con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces tú debes confesarla, revelarla, exponerla abiertamente al Maestro o a algún compañero reconocido por su vida santa. Habiéndola confesado…deberías actuar con reparo en el futuro. Pero si al reflexionar tú sabes que no condujo a la aflicción… que fue una acción corporal hábil con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces debes permanecer mentalmente calmo y gozoso, entrenándote día y noche en cualidades hábiles.


"Siempre que quieras realizar una acción verbal deberías reflexionar sobre ella así:

‘Esta acción corporal que quiero realizar—¿conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Se podría tratar de una acción verbal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; esta sería una acción verbal inhábil con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces, cualquier acción verbal de ese tipo es absolutamente inadecuada para que tú la realices. Pero si al reflexionar tú sabes que no causaría aflicción… esta sería una acción verbal hábil con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces cualquier acción verbal de ese tipo es adecuada para que tú la realices.


“Mientras realizas una acción verbal, debes reflexionar sobre ello:

“’Esta acción verbal que estoy realizando— ¿conduce a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o a de ambos? ¿Es una acción verbal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que conduce a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos… tú la debes abandonar. Pero si al reflexionar tú sabes que no… puedes continuar con ella.


“Habiendo realizado una acción verbal, deberías reflexionar sobre ella así:

‘Esta acción verbal que realicé—¿condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Fue una acción verbal inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; fue una acción verbal inhábil con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces, deberías confesarla, revelarla, exponerla abiertamente al Maestro o a algún compañero reconocido por su vida santa. Pero si al reflexionar, tú sabes que no causó aflicción… se trató de una acción verbal hábil con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces debes permanecer mentalmente en calma y gozoso, entrenándote día y noche en cualidades hábiles.


“Siempre que quieras realizar una acción mental debes reflexionar sobre ello así:

‘Esta acción mental que quiero realizar— ¿conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Sería una acción mental inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que conduciría a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; esta sería una acción mental con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces, cualquier acción mental de ese tipo es absolutamente inadecuada para que tú la realices. Pero si, al reflexionar, tú sabes que conduciría a la aflicción…esta sería una acción mental con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces cualquier acción mental de ese tipo es adecuada para que tú la realices.


“Mientras estás realizando una acción mental, deberías reflexionar sobre ello así:

‘Esta acción mental que estoy realizando—¿está conduciendo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Es una acción mental inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que está conduciendo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos… la debes abandonar. Pero si al reflexionar tú sabes que no causaría aflicción… puedes continuarla.


“Habiendo realizado una acción mental, debes reflexionar sobre ella: ’Esta acción mental que realicé—¿condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos? ¿Fue una acción mental inhábil, con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos?’ Si, al reflexionar, tú sabes que condujo a la auto-aflicción, a la aflicción de otros, o de ambos; se trató de una acción mental inhábil con consecuencias dolorosas, resultados dolorosos, entonces, deberías sentirte consternado, avergonzado, y disgustado con ello. Sintiéndote consternado…deberías ejercer la restricción en el futuro. Pero si al reflexionar tú sabes que no condujo a la aflicción…se trató de una acción mental hábil con consecuencias placenteras, resultados placenteros, entonces tú deberías permanecer mentalmente calmo y gozoso, entrenándote día y noche en cualidades hábiles.


“Rāhula, todos aquellos contemplativos y brahmanes que en el pasado han purificado sus acciones corporales, sus acciones verbales, y sus acciones mentales, lo hicieron mediante la repetida reflexión sobre sus acciones corporales, verbales y mentales exactamente de esta manera.


“Todos aquellos contemplativos y brahmanes que en el futuro purifiquen sus acciones corporales, sus acciones verbales, y sus acciones mentales, lo harán mediante la repetida reflexión sobre sus acciones corporales, sus acciones verbales, y sus acciones mentales exactamente de esta manera.


“Todos aquellos contemplativos y brahmanes del presente que purifican sus acciones corporales, sus acciones verbales, y sus acciones mentales, lo hacen mediante la repetida reflexión sobre sus acciones corporales, sus acciones verbales, y sus acciones mentales exactamente de esta manera. 


“Por lo tanto, Rāhula, deberías entrenarte a ti mismo así: ‘Purificaré mis acciones corporales a través de una repetida reflexión. Purificaré mis acciones verbales a través de una repetida reflexión. Purificaré mis acciones mentales a través de una repetida reflexión.’ Así es como deberías entrenarte a ti mismo.’’


Esto es lo que el Bendito dijo. Gratificado, el Venerable Rāhula se deleitó en las palabras del Bendito.



NOTAS

  1. Rāhula: el hijo del Buddha, quien, de acuerdo al Comentario tenía siete años de edad cuando se le dio este discurso.

  2. Samañña: En las antiguas culturas, la terminología de la música era utilizada para describir la cualidad moral de las personas y acciones. Los intervalos discordantes o instrumentos mal afinados eran una metáfora de lo malo [dañino]; los intervalos armónicos y bien afinados de los instrumentos, eran metáforas de lo bueno. En Pali, el término sama—« parejo »—describía un instrumento bien afinado. Hay un famoso pasaje (AN 6:55) donde el Buddha le recuerda a Sina Kolivisa—quien se había esforzado excesivamente en la práctica—que un laúd suena bien sólo cuando las cuerdas están ni demasiado tirantes ni demasiado flojas, sino afinadas de forma « pareja ». Esta imagen habría tenido una especial resonancia con las enseñanzas del Buddha del camino medio. También le da sentido al término samana—monje o contemplativo—que mencionan los textos frecuentemente como siendo derivado de sama. La palabra sāmañña—« lo parejo, » es decir la cualidad de estar bien afinado—significa también ‘la cualidad de ser un contemplativo’: el verdadero contemplativo siempre está afinado [sintonizado] con lo que es apropiado y bueno.


Ver también (en inglés):

MN 19; MN 24; MN 95; MN 121; AN 3:66; AN 4:115; AN 5:140; AN 7:80; AN 8:53; Iti 25


FUENTE

Ambalatthikā Rāhulovāda Sutta [Las Instrucciones a Rāhula en La Piedra Mango] Majjhima Nikaya 61. (Traducido del Pali por Thanissaro Bhikkhu). dhammatalks.org. Extraído de https://www.dhammatalks.org/suttas/MN/MN18.html.


Traducción al español de Margarita Huber. Todo error u omisión es de mi total responsabilidad. Febrero 2024.

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